Llevamos toda la vida escuchando que el jamón es malo para las embarazadas. Según dicen es uno de esos alimentos que hay que eliminar de la dieta durante la gestación con tal de evitar la toxoplasmosis, una enfermedad producida por un parásito llamado Toxoplasma gondii. Pero la pregunta es ¿puede o no puede una mujer embarazada comer jamón durante el embarazo?
Hay mujeres que no lo prueban en todo el embarazo, otras que lo comen igual y una gran mayoría que lo congelan antes de degustarlo. Ahora, el Hospital San Juan de Dios de Córdoba, en colaboración con la Denominación de Origen Protegida (DOP) Los Pedroches, ha afirmado que sí se puede comer jamón durante el embarazo siempre y cuando este cuente, al menos, con 18 meses de curación y haya pasado los controles de calidad que así lo certifiquen.
Durante estos estudios realizados por la Universidad de Córdoba se ha demostrado que, en los jamones con más de 15 meses de maduración, la toxoplasmosis pierde su acción y por tanto el jamón con denominación de origen, con 24 meses de curación, asegura la no supervivencia del parásito.
Respecto a los beneficios que este producto puede tener en la alimentación de la mujer embarazada, el consumo de jamón durante el embarazo tiene beneficios en el aumento de minerales y vitaminas del grupo B, las cuales se requieren durante estos meses con tal de evitar malformaciones fetales.
En resumen, una de las claves a la hora de comer jamón durante el embarazo es el tiempo de curación. Cuánto más curado está el jamón, menos riesgo de toxoplasmosis.
En MIO1898 curamos nuestros jamones un mínimo de 36 meses, muy por encima de lo recomendado por la Universidad de Córdoba.